Son muchos los que llegan a Nueva York solo por unos días, deciden volver y quedarse por un largo tiempo. Algo tiene esta ciudad, algo que el "neoyorquino por elección y por vocación" de este pots, Iñigo de Amescua, lo tiene claro; “Desde que visite esta ciudad por primera vez algo me golpeó en el estómago, que me dijo que iba a permanecer unido a ella. No me refiero a algo mágico o espiritual, me refiero a un golpe real. Una especie de presentimiento físico de que íbamos a chocar para bien o para mal”. Este choque ha debido ser positivo, porque ha cogido sus maletas y se ha instalado en la Gran Manzana, sin pensarlo dos veces. Claro que con una profesión de fotógrafo es inevitable no sentirse atraído por esta ciudad. “¡Nueva York es uno de los principales objetivos de este arte! Lo ha sido desde hace años. Nueva York es una modelo magnífica, una modelo que te cambia y que se deja manipular por ti como fotógrafo”. Una modelo que Iñigo fotografía sin parar y le ofrece instantáneas como estas…







